Resumen:
Vestir ropa digital. Llevar un laboratorio pegado al cuerpo. Esas son algunas de las promesas del desarrollo las nanotecnologías. Ya existen prendas provistas de sensores físicos capaces de medir temperatura corporal, el ritmo cardíaco o la tensión. El siguiente paso son los tejidos inteligentes con sensores químicos capaces de detectar precozmente problemas de salud. Aunque su llegada al mercado puede llevar algún tiempo, la investigación para crear esas prendas ya está en marcha.
Consultado en [http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/03/nanotecnologia/1336065302.html]
Ropa “Inteligente” para Vigilar el Estado de la Salud
La ropa del futuro llevará
incorporada sensores capaces de
controlar nuestro estado de salud. De forma inmediata, los datos se
transformarán en señales eléctricas que
podrán ser enviadas a un ordenador o a
cualquier dispositivo móvil, como un teléfono, para que las interprete un
médico o el propio usuario.
Los llamados tejidos inteligentes
están viviendo en los últimos años una gran transformación gracias a los
avances en nanotecnología. Y si ya existen prendas con sensores físicos,
capaces de medir la temperatura corporal,
el ritmo cardiaco o la tensión,
el reto ahora es desarrollar detectores
químicos que puedan analizar los fluidos corporales, como el sudor y la orina. El investigador argentino
Francisco Andrade lidera un
proyecto en la Universidad Rovira i
Virgili (URV) para crear un tejido inteligente con sensores químicos que, según
asegura, podría estar en el mercado en menos de cinco años.
Para Andrade, se trata de un
campo en el que queda mucho por explorar: "Con una red de información que
abarca ya casi todo el planeta, lo único
que falta es obtener información directamente
del mundo físico. Podemos enviar imágenes e información, pero si somos
capaces de incorporar sensores en la vida cotidiana se
puede transformar el
planeta en un
lugar inteligente", señala
a ELMUNDO.es en conversación telefónica.
Pañales con sensores
La ropa que incorpore sensores
químicos será útil para deportistas y
para cualquier persona que quiera controlar su estado de salud. Pero también
puede ser una nueva herramienta para vigilar el estado de los bebés. El grupo
de investigación de Quimiometría, Cualimetría y Nanosensores de la URV del que
forma parte Andrade trabaja
también en el desarrollo de pañales
con sensores químicos
de creatinina (para analizar la
orina) y sensores de trombina (que detectarán sangrados y otras biomoléculas).
El sistema alertará a los padres
si los resultados sugieren que puede haber algún problema de salud. El precio
de estos pañales, que serán desechables, no será un obstáculo, vaticina
Andrade, pues el coste de fabricación de los sensores será muy bajo.
La clave está en los nanotubos de
carbono. Las fibras de algodón se tiñen en una solución elaborada con una
pequeña cantidad de este material, de modo que la prenda conduce la
electricidad. Después, se recubre
con una membrana
polimérica (una especie de barniz
con receptores químicos).
De esta forma, el tejido es capaz
de detectar las sustancias presentes
en el sudor
o la orina. Cuando localiza una
sustancia en concreto, se genera una señal eléctrica que es monitorizada:
"Funciona como una
neurona", resume el
investigador. Por ejemplo, los
datos recabados por
el pañal podrán ser enviados al
móvil de los padres.
Nanotubos de carbono
Los nanotubos
de carbono que
se utilizan para
elaborar el tinte
son estructuras compuestas exclusivamente por átomos de carbono que combinan una serie
de propiedades mecánicas y eléctricas inusuales, lo
que los convierte
en una herramienta
muy útil para
fabricar nuevos dispositivos
y materiales. Se trata de tubos con un diámetro de apenas un nanómetro,
es decir, un millón de veces más pequeño que un milímetro. Es el material más
duro que se conoce, capaz de soportar cargas muy pesadas y de resistir
densidades de corriente eléctrica muy superiores a los cables de cobre.
El investigador
subraya que el
objetivo a la
hora de desarrollar textiles inteligentes
no es sustituir a los
análisis clínicos tradicionales ni
a los médicos,
sino ofrecer una
nueva herramienta para detectar
de forma precoz
cualquier problema de salud.
Desarrollar sensores químicos es
una tarea compleja y aún quedan obstáculos tecnológicos por resolver. Por
ejemplo, los científicos investigan un
método para lavar estos tejidos sin que
pierdan sus propiedades. La solución que
han encontrado, de momento, es introducir el nanosensor en tiritas, que son
colocadas directamente en la prenda o en un botón de la ropa.
De nanotubos de carbono
El investigador cree
que en el futuro se podrán
llegar a medir moléculas biológicas,
lo que permitirá,
por ejemplo, vigilar
a distancia el estado de salud de un soldado. Sin embargo, se muestra
cauto a la hora de dar plazos para la comercialización de estas prendas:
"Hay que diferenciar entre lo que es tecnológicamente posible y lo que va
a llegar al
mercado", matiza. "Con
fibras textiles inteligentes
se puede confeccionar
una chaqueta con un aspecto convencional
que lleva instrumentos de laboratorio. Prácticamente
te podrás vestir con un ordenador", asegura.
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