martes, noviembre 12, 2013

Ropa “Inteligente” para Vigilar el Estado de la Salud

Resumen:


Vestir ropa digital. Llevar un laboratorio pegado al cuerpo. Esas son algunas  de  las promesas  del desarrollo  las  nanotecnologías.  Ya existen  prendas  provistas  de  sensores  físicos capaces de medir temperatura corporal, el ritmo cardíaco o la tensión. El siguiente paso son los tejidos inteligentes con  sensores químicos capaces de detectar precozmente problemas de salud. Aunque su llegada al mercado puede llevar algún tiempo, la investigación para crear esas prendas ya está en marcha.

Consultado en  [http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/03/nanotecnologia/1336065302.html]

Ropa “Inteligente” para Vigilar el Estado de la Salud



La ropa del futuro llevará incorporada  sensores capaces de controlar nuestro estado de salud. De forma inmediata, los datos se transformarán  en señales eléctricas que podrán ser enviadas a un ordenador  o a cualquier dispositivo móvil, como un teléfono, para que las interprete un médico o el propio usuario.

Los llamados tejidos inteligentes están viviendo en los últimos años una gran transformación gracias a los avances en nanotecnología. Y si ya existen prendas con sensores físicos, capaces de medir la temperatura corporal,  el ritmo  cardiaco  o la tensión,  el reto  ahora  es desarrollar  detectores  químicos  que  puedan analizar  los fluidos corporales,  como el sudor y la orina. El investigador  argentino  Francisco  Andrade lidera un proyecto en la  Universidad Rovira i Virgili (URV) para crear un tejido inteligente con sensores químicos que, según asegura, podría estar en el mercado en menos de cinco años.

Para Andrade, se trata de un campo en el que queda mucho por explorar: "Con una red de información que abarca ya casi todo el planeta,  lo único que falta es obtener  información  directamente  del mundo físico. Podemos enviar imágenes e información, pero si somos capaces de incorporar sensores en la vida cotidiana  se  puede  transformar  el  planeta  en  un  lugar  inteligente",  señala  a  ELMUNDO.es   en conversación telefónica.

Pañales con sensores


La ropa que incorpore sensores químicos será útil para deportistas  y para cualquier persona que quiera controlar su estado de salud. Pero también puede ser una nueva herramienta para vigilar el estado de los bebés. El grupo de investigación de Quimiometría, Cualimetría y Nanosensores de la URV del que forma parte  Andrade  trabaja  también  en el desarrollo  de pañales  con  sensores  químicos  de creatinina  (para analizar la orina) y sensores de trombina (que detectarán sangrados y otras biomoléculas).
El sistema alertará a los padres si los resultados sugieren que puede haber algún problema de salud. El precio de estos pañales, que serán desechables, no será un obstáculo, vaticina Andrade, pues el coste de fabricación de los sensores será muy bajo.

La clave está en los nanotubos de carbono. Las fibras de algodón se tiñen en una solución elaborada con una pequeña cantidad de este material, de modo que la prenda conduce la electricidad. Después, se recubre  con  una  membrana  polimérica  (una especie de barniz con receptores químicos).

De esta forma, el tejido es capaz de detectar las  sustancias  presentes  en  el  sudor  o  la orina. Cuando localiza una sustancia en concreto, se genera una señal eléctrica que es monitorizada: "Funciona como  una neurona",  resume  el  investigador.  Por ejemplo,   los  datos  recabados   por  el  pañal podrán ser enviados al móvil de los padres.

Nanotubos de carbono


Los   nanotubos   de   carbono   que   se   utilizan   para   elaborar   el   tinte   son   estructuras   compuestas exclusivamente  por átomos de carbono que combinan una serie de propiedades mecánicas y eléctricas inusuales,  lo  que  los  convierte  en  una  herramienta  muy  útil  para  fabricar  nuevos  dispositivos  y materiales. Se trata de tubos con un diámetro de apenas un nanómetro, es decir, un millón de veces más pequeño que un milímetro. Es el material más duro que se conoce, capaz de soportar cargas muy pesadas y de resistir densidades de corriente eléctrica muy superiores a los cables de cobre.

El  investigador  subraya  que  el  objetivo  a  la  hora  de  desarrollar textiles  inteligentes  no es sustituir  a los análisis  clínicos tradicionales  ni  a  los  médicos,  sino  ofrecer  una  nueva herramienta  para  detectar  de  forma  precoz  cualquier problema de salud.

Desarrollar sensores químicos es una tarea compleja y aún quedan obstáculos tecnológicos por resolver. Por ejemplo, los científicos investigan  un método  para lavar estos tejidos sin que pierdan  sus propiedades. La solución que han encontrado, de momento, es introducir el nanosensor en tiritas, que son colocadas directamente en la prenda o en un botón de la ropa.

De nanotubos de carbono


 El investigador  cree  que  en el futuro  se podrán  llegar  a medir moléculas  biológicas,   lo  que  permitirá,   por  ejemplo,  vigilar  a distancia el estado de salud de un soldado. Sin embargo, se muestra cauto a la hora de dar plazos para la comercialización de estas prendas: "Hay que diferenciar entre lo que es tecnológicamente  posible y lo que  va  a  llegar  al  mercado",  matiza.  "Con  fibras  textiles  inteligentes  se  puede  confeccionar  una chaqueta  con un aspecto  convencional  que lleva  instrumentos  de laboratorio.  Prácticamente  te podrás vestir con un ordenador", asegura.

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